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El presidente del Senado, Ernesto Cordero Arroyo, advirtió que nuestro país no debe olvidar que los edificios que colapsaron durante el sismo del pasado 19 de septiembre “son una prueba viva de la corrupción”.

Durante la presentación del libro “La Grandeza Mexicana, el Espíritu contra la Adversidad”, Ernesto Cordero afirmó que México aprendió la lección de 1985 y demostró que es un país fuerte ante la emergencia que vivió el año pasado.

No obstante, señaló que no se puede olvidar que, salvo un par de edificios que no debieron caer, el resto eran casas a las que se levantaron tres o cuatro pisos más, incluso para hacerlas escuela, sin que alguien asumiera la responsabilidad de lo ocurrido.

Cordero Arroyo indicó que, al igual que en el terremoto de 1985, el año pasado la sociedad se movilizó de manera solidaria y generosa, pero también se contó con cuerpos de brigadistas y rescatistas profesionales, que arriesgaron su vida para salvar la vida de desconocidos.

Resaltó que esto es una muestra de que México ha avanzado y que es un mejor país que en aquella época.

Finalmente, el presidente del Senado agradeció el apoyo que diversas naciones brindaron a nuestro país y propuso crear un sistema para que de manera automática e inmediata permita recibir la presencia de cuerpos de rescate de todo el mundo.