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La comunidad venezolana en Miami expresó su preocupación de que el atentado contra el gobernante Nicolás Maduro vaya a ser un pretexto para una nueva oleada de represión contra la oposición. 

“Lo que se espera por parte del régimen es el aumento de la represión y la persecución contra personas inocentes. Esto le va a dar pie para poder encarcelar y eliminar a aquellos que le son incómodos políticamente”, dijo José Colina, presidente de Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio (Veppex).

El teniente retirado de la Guardia Nacional señaló que después del “bochorno” internacional que han sufrido por la forma de huir en que reaccionaron los militares “ahora van a tratar de demostrar una fortaleza que no tienen y que lo van a hacer encarcelando, acusando y persiguiendo a personas inocentes”.

“Van a comenzar a identificar a los líderes opositores que pueden regenerar movilizaciones dentro del país, que pueden aglutinar o capitalizar el descontento de la gente como María Corina Machado, que van a ser perseguidas y todos los que forman parte de esta plataforma”, afirmó el exmilitar.

Patricia Andrade, directora de la organización de derechos humanos Venezuela Awareness Foundation (VAF), coincidió en una declaración que las voces opositoras “serían los primeros blancos, así como los ciudadanos que apoyan a esos opositores para desaparecerlos y callarlos”.

Mencionó que el presunto atentado contra Maduro es la excusa ideal que para que el régimen “arremeta y elimine cualquier amenaza” e incluso pude llegar a declarar “un estado de conmoción y suspender las garantías”.

Diego Moya-Ocampos, analista venezolano sobre América Latina de la firma IHS Markit, dijo a El Nuevo Herald que sin duda el hecho sería utilizado para “una nueva ola de represión y una cacería de brujas”.

Hasta el momento un grupo clandestino conformado por militares venezolanos descontentos con el régimen Maduro se atribuyó el sábado la responsabilidad del atentado fallido contra el gobernante venezolano bajo “La Operación Fénix”.

El gobierno de Maduro responsabiliza del mismo a la ultraderecha venezolana y al mandatario colombiano Juan Manuel Santos, cuyo país ha negado las acusaciones. El gobierno venezolano ya ha anunciado el arresto de varios responsables.

Ocampos señaló que el atentado evidencia el apoyo de los sectores militares en Maduro en el que si bien “hay algunos que están alineados con el gobierno, hay otros que ven con mayores dudas su continuidad y que reconocen que no es legítimo”.

El atentado ocurre en medio de la severa crisis económica que padece Venezuela, el país con las mayores reservas de petróleo en el planeta, y que se traduce en escasez de alimentos, una hiperinflación y falla de servicios públicos.