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segundoCon dos días de adelanto, familiares y autoridades municipales y nacionales francesas conmemoraron este jueves con gran sobriedad el segundo aniversario de los atentados yihadistas contra la revista satírica francesa Charlie Hebdo.

Los homenajes, de corta duración, comenzaron a las 11:00 horas locales en la entrada de la antigua sede de la revista en presencia de familiares de las víctimas.

Sin pronunciar discursos, la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, y el ministro del Interior, Bruno Le Roux, que encabezaron el evento, colocaron una corona de flores, en homenaje a los 11 fallecidos en el ataque cometido el 7 de enero de 2015.

El grupo guardó un minuto de silencio en el lugar, ubicado en el onceavo distrito de París, norte, y en el que el año pasado el presidente francés, Francois Hollande, develó una placa con el nombre de los muertos.

En el atentado, perpetrado por dos hermanos yihadistas, falleció el director de la publicación, que había publicado caricaturas del profeta Mahoma, así como los principales dibujantes y redactores de la revista, que hoy en día sigue publicándose con éxito de ventas y cuya sede actual se mantiene en secreto.

El grupo de autoridades, entre las que figuraba la secretaria francesa de Estado para las víctimas, Juliette Meadel, colocó otra corona de flores en una avenida cercana a la antigua sede de Charlie Hebdo en la que fue abatido a tiros el policía Ahmed Merabet por los dos autores del atentado contra la revista.

Finalmente, el cortejo oficial, realizó su último homenaje en el supermercado judío Hyper cacher, este de París, en el que un yihadista próximo a los hermanos autores del ataque contra Charlie Hebdo, Amedy Coulibaly, mató a cuatro clientes durante la oleada de atentados que duró tres días.

Los atentados contra la revista cometidos por una pareja de yihadistas, los hermanos Kouachi, quienes fueron abatidos dos días más tarde por la policía, y los posteriores ataques contra policías y un supermercado judío de la capital francesa en los dos días posteriores se saldaron con un total de 17 muertos.

Fueron los ataques más sangrientos ocurridos en Francia luego de la Segunda Guerra Mundial y se consideraron ante todo como un ataque a la libertad de expresión porque el objetivo principal fue la publicación atacada por haber publicado caricaturas burlescas del profeta Mahoma.