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Ingenieros de la firma de diseño y de la compañía constructora sostuvieron una reunión el jueves con funcionarios de la universidad FIU y de la agencia estatal de transporte sobre un crujido oído en el puente peatonal que horas después colapsó sobre la conocida Calle Ocho de Miami.

Según una nota de prensa difundida por la Universidad Internacional de Florida (FIU), la reunión se realizó la mañana del jueves, día en que el puente peatonal cayó y mató a por lo menos seis personas, se extendió por dos horas y en ella participaron representantes del Departamento de Transporte de Florida (FDOT, en inglés).

El comunicado del centro de estudios se da luego de que FDOT revelara la noche de viernes que un ingeniero de la firma FIGG y uno de los responsables del proyecto dejó el martes pasado un mensaje voz en el teléfono fijo de un empleado de la agencia estatal, el cual estaba en una comisión y no lo oyó hasta un día después del incidente.

En el mensaje, el ingeniero W. Denney Pate informó al empleado de FDOT sobre un crujido en el extremo norte de la extensión de concreto de 53 metros, aunque manifestó que «desde una perspectiva de seguridad» no veían que hubiera «ningún problema allí» y que, por tanto, no estaban preocupados.

En su comunicado, FIU señaló que en la reunión del jueves el ingeniero de FIGG «hizo una presentación técnica sobre la grieta y concluyó que no había problemas de seguridad y que la grieta no comprometía la integridad estructural del puente».

Representantes de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) de EEUU señalaron que aunque el crujido puede ofrecer una pista no necesariamente es una señal de inseguridad y que las investigaciones aún se hallan en una fase temprana para determinar las causas del accidente.