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El gobierno federal debe defender los beneficios que arroja el libre comercio para México, Estados Unidos y Canadá

Pérdida de empleos en Estados Unidos se debe entre otros factores, a la automatización de los procesos y la entrada de China a la OMC y no a la presencia de México en el mercado estadounidense.

Se debe dar la batalla en foros internacionales y mesas de negociación bilateral para defender los beneficios que arroja el libre comercio en la región de Norteamérica, porque lejos de cerrar fronteras lo que más conviene a los consumidores de México, Estados Unidos y Canadá es una mayor apertura al comercio y las inversiones; en lugar del cierre de fronteras que encarecería los productos.

Así lo expresó el Coordinador de los Diputados de Acción Nacional, Marko Cortés Mendoza, quien señaló que el Presidente Donald Trump se equivoca en su análisis al considerar que México es causa de la caída de empleos en Estados Unidos. El enfoque debería de ser, que la región norte americana se complementa, produce a bajos costos, compite con el mundo y mantiene los productos accesibles para su población.

“La entrada de China a la Organización Mundial de Comercio, la crisis financiera de 2008 y la automatización de la industria son las causas de la pérdida de empleos en Estados Unidos no es México ni el Tratado de Libre Comercio”, aseguró.

El líder de la bancada del PAN aseguró que los datos de la United States International Trade Commission (USITC) son muy claros, ya que con las últimas cifras disponibles del 2015, China ha contribuido al  déficit norteamericano con 350 mil millones de dólares, cuando nuestro país, en el mismo año, apenas supera los 50 mil millones de dólares.

Agregó que para México, el tratado comercial con América del Norte significa el libre comercio de bienes y servicios, la libertad de inversión –sin discriminación y con solución de controversias–, compras de gobierno y derechos de propiedad intelectual, y por eso “insistiremos, en que, en la discusión de este convenio, no debe haber ventaja para uno u otro sino un equilibrio en el que las naciones participantes obtengan beneficios.

Sin lugar a dudas, dijo, hay que reconocer que México ha ganado participación en las importaciones de Estados Unidos. De 1993 a 2015 ha crecido en un 703 por ciento, sólo por debajo de China (que incrementó en 1453 por ciento) y superó a países del primer mundo como Canadá, Japón, Alemania, Corea del Sur, Inglaterra, Francia, entre otros.

En tan sólo 12 años, los productos mexicanos que han ganado mercado en Estados Unidos, se encuentran frutas, azúcar, bebidas alcohólicas, cerámica, manufacturas de metal, cereales, instrumentos médico-quirúrgicos y maquinaria, entre otros.

La exportación de vehículos es otro rubro en el que México ha tenido una mayor presencia, principalmente hacia Estados Unidos, ya que en 1994 –cuando apenas iniciaba el TLCAN– sólo aportaba el 7 por ciento de la producción mundial y en 2015 creció a un 20 por ciento.

“Debemos hacer frente a mentiras que se dijeron en la campaña presidencial de Estados Unidos y que hoy ya como Presidente vuelve a sostener pero sin bases creíbles, como es el hecho de acusar a los productos mexicanos de haber disminuido la creación de empleos en aquella nación”, señaló.

Por ello, Cortés Mendoza pidió al gobierno federal que antes de cualquier renegociación del Tratado de Libre Comercio, se aplique con efectividad y exponga  con toda claridad los beneficios que este instrumento ha traído para los habitantes de los tres países y defender que lo más conveniente para Norteamérica es una mayor apertura comercial y un mayor flujo de inversiones productivas.