El presidente Enrique Peña Nieto reconoció que comprende la molestia y el enojo entre los ciudadanos por el aumento del costo de la gasolina, aunque liberar su precio y dejar de aplicar un subsidio era una medida “necesaria” e “inevitable”, que a la larga ayudará a proteger la economía de las familias.
“No es una decisión fácil (…) pero es para proteger la economía de las familias, que se vería seriamente afectada si no tomamos estas medidas“, agregó. “El costo (de no actuar) sería mucho más grave y delicado”.
Peña Nieto insistió en señalar que no liberar el precio de la gasolina hubiera tenido un efecto “más doloroso” para los mexicanos, y que el aumento del costo responde al incremento en los precios internacionales del combustible.
En un discurso desde Los Pinos tras nombrar a Luis Videgaray como titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, el mandatario mexicano rechazó que el llamado “gasolinazo” sea un resultado de la reforma energética o hacendaria, como ha señalado la oposición.