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cjp La aportación de México al recorte de la producción mundial de petróleo será entre enero y julio de 2017 de unos 100 mil barriles diarios, producto de una «producción declinante», anunció hoy aquí el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell.

«México es un país con una producción declinante de crudo y nuestra declinación se estima para 2017 -entre enero y julio- de 100 mil barriles diarios aproximadamente», dijo Joaquín Coldwell a Notimex tras la presentación del World Energy Outlook 2016 de la Agencia Internacional de Energía (IEA).

«Esta declinación administrada ya incluida en los planes de negocios de Pemex y en la plataforma de producción del gobierno será la aportación de México al respecto», apuntó el funcionario.

Indicó que el recorte en la producción de 1.2 millones de barriles diarios de crudo acordado recientemente por la OPEP (de la que México no forma parte) beneficiará en primer lugar las finanzas de Pemex.

«El acuerdo del recorte de la producción de petróleo puede beneficiar a las finanzas de Pemex y dado que su presupuesto está calculado sobre un precio de 25 dólares por barril cualquier mejora por arriba de 25 dólares va a ser aire fresco para Pemex», destacó.

Joaquín Coldwell participó en la presentación del reporte mundial de energía de la IEA, en la sede en Roma del grupo energético italiano Enel.

«El reporte de este año tiene un capítulo especial para México, en el que analiza los beneficios de la implementación de la reforma energética en nuestro país y donde también da una perspectiva de lo que hubiera pasado en México si no hubiéramos hecho la reforma», resaltó.

Manifestó que para los mexicanos la apertura energética se traducirá en empleos e inversión.

«Solamente la subasta que se llevó a cabo la semana pasada de 10 bloques en aguas profundas y ultraprofundas del Golfo de México va a traer en los próximos años al país 41 mil millones de dólares y puede generar cerca de 375 mil empleos entre directos e indirectos», indicó.

Es decir, dijo, «las inversiones que están surgiendo ahora por la reforma energética hacia el mediano y largo plazos van a ser generadoras de bienestar para los mexicanos: empleo y desarrollo regional principalmente».

Se  destacó que la reforma fija las bases para el gran cambio energético de México hacia las energías limpias, porque otorga una serie de herramientas que hacen posible ese cambio.

Tales instrumentos, agregó, son principalmente el mercado eléctrico, los certificados de energías limpias, las inversiones en líneas de transmisión -que van a conectar zonas con potencial de energía limpia con los grandes centros de consumo- e incentivos fiscales.

Explicó que en México se llevan a cabo subastas de energías limpias de largo plazo que permitirán un crecimiento de 170 por ciento de la capacidad instalada en eólica y solar.

«Estimamos que México tendrá en el 2018 un 25 por ciento de capacidad de energías limpias, hacia 2034 aproximadamente 35 por ciento y la mitad de la matriz energética en el 2050 será de energías verdes», mencionó.

Resaltó que en la subasta para el sector privado en energías renovables ha habido una «gran» participación de Enel, de manera que en 2018 la tercera parte de las plantas que se instalarán en energía fotovoltaica serán del grupo italiano.

«Hemos iniciado ya la licitación para recibir capital privado en construcción de líneas de transmisión, principalmente de ultra alto voltaje-corriente directa y estamos licitando ahora una que va de Tehuantepec hasta los grandes centros de consumo del centro del país con una inversión de cerca de mil 200 millones de dólares», informó.

Dijo que de la misma manera comenzarán licitaciones de líneas de transmisión en el norte del país y también a lo largo de la frontera con Estados Unidos. «Viene un proceso también de modernización de las líneas de transmisión», anotó.