Solamente 12 familiares de ministros y funcionarios de primer nivel renunciaron a los puestos que ocupaban en el Estado después del decreto que emitió el presidente Mauricio Macri para evitar casos de nepotismo.
El pasado 30 de enero, Macri anunció de manera sorpresiva que prohibiría que hermanos, hijos y cónyuges de ministros de Argentina fueran contratados en la función pública.
La medida fue una respuesta a la caída de la popularidad del gobierno que provocó la sucesión de escándalos del ministro del Trabajo, Jorge Triaca.
El funcionario protagonizó una polémica durante las últimas semanas, al descubrirse que tenía una empleada doméstica contratada de manera irregular, a la que insultó y despidió sin indemnización y que, además, había designado en un sindicato intervenido por el gobierno.
Antes, Triaca ya era criticado porque era el ministro con más familiares con trabajo en el Estado, pues su esposa, dos hermanas y un cuñado eran empleados públicos.