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Algunas decenas de irreductibles seguían este jueves oponiéndose a la construcción de un controvertido oleoducto en las praderas de Dakota del Norte.

Las fuerzas de seguridad llegaron por la mañana en vehículos blindados para acompañar las máquinas de construcción que deben despejar el terreno donde se encuentran los opositores al proyecto desde hace algo menos de un año.

Según las autoridades, unas cincuenta personas se encontraban allí, y corren el riesgo de ser detenidas.

Las autoridades habían dado a los ocupantes del campo plazo hasta el miércoles a las 14H00 (20H00 GMT) par irse y ya habían procedido a varios arrestos el miércoles de noche.

Durante el verano, muy breve en este estado del norte de Estados Unidos, llegaron a estar miles de militantes para protestar contra el proyecto.

A principios de este mes la administración de Donald Trump resolvió reanudar el proyecto de oleoducto, en detrimento de las poblaciones amerindias, rectificando así una decisión tomada por Barack Obama en diciembre.

La tribu siux de Standing Rock estima que el oleoducto atraviesa sitios sagrados y amenaza sus fuentes de agua potable.

El operador del oleoducto, Energy Transfer Partners, afirma por su parte que la instalación será segura, ya que se beneficia de tecnologías de última generación para evitar cualquier catástrofe ambiental.