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El Gobierno Federal tiene que dar resultados, ser implacable y seguir la pista a ex gobernadores mexicanos que han utilizado el “peculio” con fines particulares para desviar recursos.

Tras la detención del ex gobernador de Tamaulipas, Tomás Yarrington en Florencia Italia, ahora sus esfuerzos deben orientarse a otros ex funcionarios hoy prófugos de la justicia mexicana, advertimos en el Partido Encuentro Social (PES).

Consideramos que la Procuraduría General de la República (PGR) debe reforzar estas acciones para ubicar y detener a los ex gobernadores César Duarte Jaques de Chihuahua y Javier Duarte de Ochoa de Veracruz, no sólo para recobrar la credibilidad sino porque esta es una verdadera exigencia ciudadana para que nadie esté fuera de la ley.

Desde este instituto político expresamos el deseo de que la detención de Tomás Yarrington abra la posibilidad para que con el apoyo de la Interpol y de la Subprocuraduría Jurídica y de Asuntos Internacionales se logre un castigo enérgico contra quien ha recibido sobornos del crimen organizado y desviado recursos de los tamaulipecos.

Tras celebrar esta detención ahora es necesario que tanto la Procuraduría General de la República (PGR) y los agentes asignados a la búsqueda de otros ex gobernadores, agoten pistas y con esto se logre la localización de personajes como César Duarte Jaques y Javier Duarte de Ochoa, ambos acusados del desvío en sus respectivas entidades.

No hay olvidar que existen indicios que ubican a César Duarte Jaques en los Estados Unidos, por lo que es urgente intensificar las acciones para detener a los otros ex gobernadores priístas acusados de peculado y desvío de recursos.