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La Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados tiene ya listo el proyecto de dictamen de la reforma judicial, que incluye más de 100 cambios a la iniciativa original del presidente Andrés Manuel López Obrador en la materia.

Entre los cambios torales está que la elección por voto popular de los nueve ministros que en adelante integrarán la Suprema Corte, se llevará a cabo en su totalidad en un proceso electoral extraordinario en el 2025, pero en el caso de jueces y magistrados habrá gradualidad.

La mitad de estos últimos, unas 800 plazas, serán votadas en esa elección extraordinaria del 2025, en la que se incluirán las plazas vacantes y prejubilaciones y para el 2027, en una elección ordinaria se llevará a cabo la elección del 50 por ciento de jueces y magistrados.

Será presidente de la Suprema Corte el ministro que hubiera logrado el mayor número de votos.

Los coordinadores de Morena, de PT y PVEM, en la Cámara de Diputados, Ignacio Mier, Reginaldo, Salazar y Carlos Alberto Puente, acompañados del presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, Juan Ramiro Robledo, hicieron el anuncio y precisaron que el proyecto de dictamen se hará público esta tarde y habrá un plazo de 10 días para que las partes lo analicen.

La intención, destacaron, es que se vote en esa comisión dentro de dos semanas.

El coordinador morenista, Ignacio Mier destacó que el 60 por ciento de de los cambios a la iniciativa presidencial se hicieron a partir de aportaciones surgidas durante los foros de discusión de la reforma en la que participaron diferentes instancias del poder judicial, de manera concreta 66 personas.

Sostuvo que ese proyecto de dictamen incluye también cambios que dan respuesta a la preocupación que existía sobre los criterios para elegir a los juzgadores. El nuevo proyecto establece que los jueces, magistrados y ministros que decidan participar en el proceso de elección, podrán participar sin ningún requisito de evaluación.

Para los candidatos que aspiren por primera vez si habrá órganos de evaluación en cada uno de los poderes, es decir, tanto en la Suprema Corte como en el Senado y en la Cámara de Diputados y en el caso de qué al final haya un número mayor de aspirantes a lo programado, se acudirá a la insaculación, dando preferencia a las mujeres.

Se elegirá a los que obtengan los mayores puntajes, y en caso de empate es que se recurrirá a la tómbola, en un proceso transparente, no como antes en que se beneficiaba a amigos y compadres sostuvo Mier. Insistió en que no habrá un “cheque en blanco”.

Al respecto, el presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, Juan Ramiro Robledo, detalló que los cambios en ese proyecto de dictamen incluyen una serie de mecanismos que aseguran

“que los mejores mexicanos y las mejores mexicanas van a estar funcionando en un poder judicial abierto y muy democratizado de ahora en adelante”.

Precisó que jueces, magistrados y ministros que sean electos, se someterán a dos evaluaciones. Una antes de participar -de lo que estarán exentos los actuales juzgadores- y otra un año después de ejercer el cargo. “El Tribunal disciplinario, sustituirá al Consejo de la Judicatura, revisará su gestión, los pondrá a trabajar a capacitarse más y si no mejorara serán retirados.

Los jueces y magistrados actuales, recalcó, podrán incluso contender por un ascenso, pasar a magistrados o ministros.

El diputado Mier precisó, por otra parte, que en el artículo décimo transitorio se establece de manera clara que no se van a violentar los derechos adquiridos de los trabajadores del poder judicial, ni sus haberes de retiro, que están incluidos en dos fideicomisos en materia de salud y complemento a sus prestaciones y sus salarios.

El proyecto de dictamen, dijo, garantiza al pueblo de México poder acceder de manera pronta, expedita y gratuita a la Justicia.