La Cámara de Diputados realizó el foro «Donar es vivir», donde médicos especialistas plantearon la necesidad de diseñar políticas públicas que promuevan la donación de órganos, pero no sólo desde el punto de vista de la voluntad humana, sino desde el Estado.
Dijeron que más de 100 mil personas esperan el trasplante de un órgano que les pueda cambiar la vida. Además, refirieron que por cada donante se salvan alrededor de ocho vidas y se cambian las condiciones de más de 70 familiares.
La especialista Ana María Niño Sánchez sostuvo que el principal problema de la donación de órganos en México, es la falta de participación social, derivado a que hay muchos mitos, dudas entre la población y falta de promoción e información.
Puntualizó que entre los mitos destacan la idea de que los médicos no actuarán ante el riesgo de perder la vida, que ya es muy mayor de edad para donar o que la religión que profesan no se los permite, por lo que se debe revisar cada caso de manera individual.
Dijo que en vida se puede donar un riñón, partes de pulmón, del páncreas y médula ósea, mientras, que al fallecer, los órganos que se pueden donar son el corazón, el hígado, los riñones, y el intestino, así como como córneas, hueso, piel, tendones y vasos sanguíneos.
Refirió que, en México, entre el 10 y el 15% de pacientes que están a la espera de un trasplante de órgano, son menores de edad y, lamentablemente, del 15 al 20 por ciento de éstos fallecen antes de recibir un órgano.