Ciudad de México.- La Ley de Austeridad Republicana que aprobó el Senado –la noche del lunes- es una herramienta jurídica más que proporciona el Congreso al Ejecutivo Federal para siga avanzando en el combate a la corrupción y a la, también frenará la condonación de impuestos a empresarios, afirmó el presidente de la Comisión de Hacienda, Alejandro Armenta Mier (Morena).
“Esta ley que aprobamos busca frenar el conflicto de intereses y el velo corporativo, así como acotar el tráfico de influencias que ha representado el saqueo a nuestro país. Hoy por primera vez, después de más de 30 años de gobiernos del PRI y del PAN, celebramos que ya no se condonen impuestos a las grandes empresas, nacionales y trasnacionales”, comentó.
El marco jurídico establece que el Presidente de la República podrá disponer, sin necesidad de que se lo autorice el Congreso de la Unión, del dinero que se ahorre por la aplicación de la política de austeridad y canalizarlo a los programas previstos en el Plan Nacional de Desarrollo.
Por otra parte, la Ley de Austeridad Republicana prohíbe a los servidores públicos asociarse con inversionistas, contratistas o empresarios nacionales o extranjeros y advierte que el servidor público que pretenda trabajar en la iniciativa privada deberá esperar a que transcurran cinco años desde que salió del gobierno hasta su reincorporación al sector privado.