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La Comisión Permanente del Congreso de la Unión aprobó por mayoría la propuesta del PRD, presentada por la diputada Gabriela Sodi, para exhortar a la Secretaría de Cultura, a la Red de Museos del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura y a los 32 estados a garantizar en las exposiciones artísticas y culturales el bienestar de los animales que en ellas participen.

En un comunicado se informó que el exhorto fue leído por la integrante del Grupo Parlamentario del PRD, proponente del punto de acuerdo que recibió el respaldo de las y los legisladores integrantes de la Comisión Permanente, con el propósito de que los gobiernos estatales, municipales y Federal fortalezcan los mecanismos para el tratamiento responsable y respetuoso de los animales, garantizando su bienestar y protección.

Desde la tribuna Gabriela Sodi señaló: “Exhortamos a las instancias correspondientes a que cada vez que algún creador decida exponer estéticamente su idea conceptual nunca se vuelvan a utilizar animales vivos, ni para performance, ni para happening ni para las exposiciones de creaciones estéticas”, de ahí que solicitó que las autoridades verifiquen la utilización de estos y se hagan campañas de concientización para su trato digno.

El dictamen para llamar a los tres niveles de gobierno a revisar las exposiciones artísticas y culturales que utilicen animales, a fin de evitar que se transgredan sus derechos, primero fue aprobado en el seno de la Tercera Comisión Hacienda y Crédito Público, Agricultura y Fomento, Comunicaciones y Obras Públicas, donde la diputada del PRD lo presentó y luego fue llevado al Pleno de la Comisión Permanente.

La iniciativa perredista surgió luego de que el 23 de mayo pasado en el Museo Tamayo se inauguró la exposición de la artista danesa Nina Beier, quien mostraba un performance llamado Tragedies 2011, en el que se le da a un perro la instrucción de «hacerse el muerto», por lo que permanece inmóvil durante 10 minutos sobre una alfombra persa.

Dicha situación generó al perro signos de angustia, estrés y ansiedad, agravados por la presencia de muchas personas a su alrededor. Por esto el Museo Tamayo recibió críticas y se exigió a las autoridades federales y de la Ciudad de México deslindar responsabilidades por supuesto maltrato y dar parte sobre violaciones o incumplimiento que haya habido en materia de protección y bienestar animal.

Ante los señalamientos, el museo respondió que los perros se encontraban acompañados por su entrenador y contaban con autorización de sus responsables; además, confirmaron que no se volvería a presentar el performance. Para evitar que dichas situaciones se vuelvan a presentar el PRD realizó el exhorto a los tres niveles de gobierno para solicitar su intervención.