Con la finalidad de contrarrestar las presiones inflacionarias, la Junta de Gobierno del Banco de México decidió incrementar su tasa de interés de referencia a 7 por ciento, situación que repercute en el costo de los créditos que las instituciones financieras otorgan a empresas y personas físicas, incluyen tarjetas de crédito y financiamiento hipotecario.
Éste es el octavo incremento consecutivo en las tasas de interés de referencia en menos de un año, cuando comenzó su ciclo de endurecimiento de política monetaria a causa del aumento en el índice de precios al consumidor.
El banco central enfatizó en que los pronósticos de las inflaciones general y subyacente se revisaron al alza hasta el segundo y tercer trimestre de 2023, respectivamente, aunque se sigue previendo que la convergencia a la meta de 3% se alcance en el primer trimestre de 2024.
No obstante, apuntó, que las previsiones están sujetas a riesgos al alza en caso de persistir la inflación subyacente en niveles elevados, presiones inflacionarias externas derivadas de la pandemia, mayores presiones en los precios agropecuarios y energéticos por el conflicto geopolítico, depreciación cambiaria y presiones de costos.
En tanto, factores que pueden llevar las perspectivas a la baja son una disminución en la intensidad del conflicto bélico, mejor funcionamiento de las cadenas de suministro, un efecto mayor al esperado de la brecha negativa del producto o un efecto mayor al esperado del Paquete Contra la Inflación y la Carestía.