En Los Ángeles, la academia estadounidense de la música llevó a cabo anoche la edición 65 de los premios Grammy. Harry Styles se llevó el codiciado Grammy al Álbum del Año, por Harry’s House, sorprendiendo en una categoría donde muchos apostaban por grandes favoritas como Adele o Beyoncé, quien con su cuarto gramófono se convirtió en la más galardonada de la historia, superando el récord que por 26 años tuvo el fallecido director de orquesta húngaro-británico Georg Solti.
La superestrella posee ahora 32 de estas distinciones después de ganar el premio a Mejor Canción R&B por Cuff It, grabación de música dance/electrónica; por Break My Soul, interpretación tradicional R&B; por Plastic Off the Sofa, y Mejor Álbum de música dance/electrónica por Renaissance, su séptima producción de estudio que también estaba candidatear a Álbum del Año. Lizzo, cantante que ha roto los perfiles de belleza establecidos por el mainstream de la industria musical, se llevó el galardón de grabación del año con About Damn Time. Cuando recibió el reconocimiento, miró a Beyoncé y le dijo: “Tú cambiaste mi vida.”
En tanto, Bonnie Raitt sorprendió al ganar con Just Like That el Grammy a la Canción del Año. Antes de la gala, Raitt contaba con 10 premios de la academia de la música estadounidense, además del Grammy Lifetime Achievement Award. La cantante de jazz Samara Joy se llevó la deseada distinción a Mejor Artista Nuevo, imponiéndose en la ecléctica categoría para la cual estaban propuestos los roqueros italianos de Maneskin y la brasileña Anitta, entre otros.