Los Boston Red Sox tienen un buen motivo para agradecer durante la cena del Dìa de Gracias de Estados Unidos; sumaron al veterano Sonny Gray a su rotación de abridores para la próxima campaña, después de alcanzar un intercambio con los St. Louis Cardinals en las Grandes Ligas.
La llegada de Gray, de 36 años, sube los bonos de Boston para ser considerado a pelear la cima de la División Este de la Liga Americana, que la campaña pasada quedó en manos de los Toronto Blue Jays. A cambio de su nuevo lanzador, mandaron al pitcher zurdo Brandon Clarke y al derecho Richard Fitts, además de efectivo.
Gray se unirá a su sexta franquicia en las Grandes Ligas luego de haber jugador con los Oakland Athletics, NY Yankees, Cincinnati Reds, Minnesota Twins y St. Louis Cardinals. Para poder ser cambiado accedió a no ejecutar la cláusula de su contrato de no transferencias; obtendrá 31 millones de dólares de salario con una opción para extender este vínculo para 2027.
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Vine aquí (a St. Louis) para ganar. Firmé por dos temporadas con la expectativa de ganar y no he renunciado a eso y espero poder ganar”, dijo Gray hace unas semanas tras el final de una mala campaña de Cardinals, que ocuparon la penúltima posición de la División Central de la Liga Nacional con una marca perdedora de 78-84, eliminados por tercer año en fila de la postemporada.
Gray registró 14-8 con 4.28 de ERA, 1.23 de WHIP y 201 ponches en 180.2 entradas para St. Louis, siendo uno de los jugadores más destacados. En Boston, le espera ser el segundo de la rotación por detrás de Garrett Crochet, por delante de Brayan Bello, Connelly Early y Kutter Crawford, fortaleciendo una rotación que impulsó a los Red Sox a playoffs, en los que cayeron 2-1 ante los Yankees en la Serie de Comodines.