China acusó al Servicio Secreto de Inteligencia de Gran Bretaña de reclutar a un matrimonio, para actividades de espionaje; ambos países se acusan de vigilancia, al tiempo que rechazó impedir la participación de otros países a la cumbre de paz en Ucrania.
El Ministerio de Seguridad del Estado indicó en un comunicado que agentes del MI6 convencieron a un hombre de apellido Wang, quien tenía “funciones centrales confidenciales” dentro de una agencia estatal central, cuando estudiaba en Gran Bretaña bajo un programa de intercambio en 2015.
Los agentes tuvieron “especial cuidado”, invitándolo a cenas y visitas guiadas para “comprender mejor sus intereses y debilidades”, afirmó el ministerio. Al conocer que “tenía un fuerte deseo de dinero”, le solicitaron servicios de consultoría pagados que llegaron a involucrar el trabajo interno de los organismos chinos.
Posteriormente revelaron su identidad a Wang, y le pidieron volver a China a recabar información, y lo convencieron de presionar a su esposa, de apellido Zhou, a hacer lo mismo. “Bajo la fuerte instigación de Wang, ella accedió a recopilar información de inteligencia (…) y ellos se convirtieron en espías británicos”, detalló la agencia.