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Roque Dalton era poeta, periodista, ensayista, novelista y militante de la guerrilla salvadoreña. Su avatar cíclico en este plano duró casi 40 años en los que pudo sembrar granos que fueron plantas.

El 14 de ese mes se cumplen noventa años del nacimiento del bardo y tan sólo cuatro días antes, el cincuenta aniversario de su asesinato en 1975, acto que sigue inconcluso para la justicia de El Salvador.

Silenciaron a Roque mas no a su expresión bucólica que ha quedado por ciertos rincones del continente. Se dice que las balas que lo mataron no salieron de una pistola policial o militar.

Sino de alguien que se suponía era un compañero en el Ejército Revolucionario del Pueblo, organización en la que Roque militaba, aunque más tarde se sumó a la de Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional. Se comenta el absurdo de que lo ejecutaron por pertenecer o ser agente de la CIA.

En aquellos años, colegas como Efraín Huerta o José Emilio Pacheco –hay que recordar que el salvadoreño estudió antropología en México– salieron en su defensa, porque quienes lo acusaban, deseaban ensuciar su imagen.

Ahora el productor, editor y documentalista Modesto López y un grupo de creativos, quiere ensalzar esa imagen con un pequeño grano.

Asegura que para ello cuenta con la venia de la familia de Roque, ya que los hijos de éste, Juan José y Jorge, lo asesoraron en un proyecto que tiene como objetivo revalorar su figura.

El turno del ofendido es un espectáculo teatral, poético-musical que se montará simultáneamente en la CDMX y Buenos Aires con Anastasia Sonoranda, Nayeli Nesme, Armando Chacha y Carlos Porcel, Nahuel, en México, así como Casiana Torres, Hernán Tulissi, Isabel Quinteros o Olando Santos, quienes participarán en Argentina.

El acto multidisciplinar es dirigido por Modesto López, quien explica que Dalton fue de gran influencia en la poesía latinoamericana y en los jóvenes creadores de aquella época como Silvio Rodríguez, Pablo Milanés o Noel Nicola, iniciadores de la nueva trova.

Entonces hemos tratado de que esa música estuviera presente alrededor de todo el espectáculo. Pero al mismo tiempo fuimos escogiendo no solamente poemas, sino relatar el contexto en el que estamos contando la obra, lo que aconteció políticamente en El Salvador.