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El papa Francisco continúa recuperándose de la neumonía que padece, y este jueves desayunó fuera de la cama y trabajó con sus asistentes en el hospital, aunque algunos de sus cardenales consideran que podría renunciar si no recupera pronto su salud:

“La Iglesia Católica esta muy viva, incluso en su ausencia”, dijeron.

“Si realmente quieres que descanse, tienes que hospitalizarlo”, bromeó el cardenal Jean-Marc Aveline, el arzobispo de Marsella, Francia, refiriéndose a la ética laboral de Francisco.

Aveline dio una conferencia en el Vaticano sobre una iniciativa de paz juvenil junto a su homólogo de Barcelona, el cardenal Juan José Omella. Pero dado el limitado número de información sobre la condición de Francisco, fueron bombardeados con preguntas sobre la salud del papa y si podría decidir renunciar si no se recupera por completo.

“Todo es posible”, dijo Aveline. Sin embargo, Omella insistió en que la vida de la iglesia continuaba incluso con Francisco en el hospital.

“Los papas cambian, los obispos cambian, los sacerdotes en las parroquias cambian, las comunidades cambian. Pero el tren sigue en movimiento”, agregó Omella.