La consulta a la ciudadanía sobre el futuro del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAIM) es una irresponsabilidad, alertó el presidente de la Comisión Especial de la Cámara de Diputados, que dio seguimiento a la realización de esa obra, Rafael Hernández.
El legislador del Partido de la Revolución Democrática (PRD) subrayó que un proyecto de tal importancia, debe ser evaluado por expertos y en función de análisis técnicos y sin perder de vista la opinión de los ciudadanos que ya se ven afectados por el impacto de la construcción.
«Sería totalmente irresponsable que la decisión del futuro del Nuevo se deje a la suerte de una o dos encuestas o consultas que se hagan a la sociedad. Una decisión de este calado es una decisión de Estado, tiene que asumirse como tal, con datos y estudios científicos, técnicamente sustentados sobre la mesa, midiendo todos los pros, los contras», recalcó el legislador.
El congresista indicó que al dejar en manos de la ciudadanía en general una determinación tan relevante, el virtual presidente electo, Andrés Manuel López Obrador intenta evadir responsabilidades.
Agregó que el planteamiento de la consulta sobre la nueva terminal aérea también tiene tintes «populistas».
Recalcó que las decisiones en torno a la obra más costosa y relevante de la saliente administración, ya que tiene implicaciones económicas, ambientales e incluso sociales de primer orden, deben ser tomadas con toda responsabilidad y no a la ligera.
Remarcó que el proyecto del Nuevo Aeropuerto no está libre de problemas, pues se decidió construirlo por razones políticas y económicas, pero de manera arriesgada, en zonas de hundimientos; aunado a que registra retrasos, sobrecostos, daño ambiental a las zonas aledañas, afectaciones a los vecinos del oriente de la Ciudad de México y las zonas colindantes del Estado de México y a través de mecanismos de financiamiento riesgosos y poco transparentes.
«Someter a consulta popular la construcción de pistas en la base Aérea de Santa Lucía a pesar de que técnicamente es inviable, o entregar la obra multimillonaria a la iniciativa privada con pérdidas al erario público, son opciones irresponsables», insistió.
Al demandar que haya seriedad por parte del equipo de transición y quienes formarán parte del Gobierno Federal a partir de diciembre próximo, el perredista aseveró que López Obrador y sus colaboradores, entre los que hay conocedores del tema, deben tener claro que las campañas terminaron y no es momento de hacer promesas y ofrecimientos para agradar a sus simpatizantes.
Aprovechó para señalar que el candidato ganador de la elección debería ocuparse también de esclarecer la polémica en torno al presunto uso irregular del Fideicomiso constituido para recibir donativos y dar ayuda económica a los damnificados de los sismos del 2017.