Empresas agrícolas de Baja California contratan trabajadores de otros estados para la cosecha de productos de exportación, pero les retienen a los jornaleros una semana de salario y sus documentos personales como la credencial del INE, denunció el Sindicato de Jornaleros Agrícolas; dijo que ésta es una forma de “esclavitud moderna”. Los campesinos viajan desde sus lugares de origen con un contrato de mil 500 pesos semanales.
Al llegar, los mayordomos separan mujeres y hombres para otorgarles un espacio en el que cohabitan hasta con 10 personas y duermen dos en cada colchoneta. Los jornaleros están obligados a entregar su identificación y los comprometen a dejar en “garantía” el salario de la primera semana. Las instalaciones cierran sus puertas a las 20 horas, por lo que ningún campesino puede entrar o salir hasta las cuatro de la madrugada, cuando comienzan las labores.