Morena busca aprobar el paquete de 20 reformas que presentó el presidente Andrés Manuel López Obrador antes de que termine este periodo ordinario de sesiones en diciembre y para esta semana se espera que el Senado reciba los dictámenes en materia de Pueblos Indígenas y Afromexicanos, así como las modificaciones sobre la Guardia Nacional para que esta corporación pase a control de la Secretaría de la Defensa Nacional de manera formal.
El vicecoordinador de Morena en el Senado de la República, Ignacio Mier Velazco, anunció que esta semana se recibirán los dos dictámenes procedentes de la Cámara de Diputados y serán enviados a las Comisiones Unidas de Puntos Constitucionales y de Estudios Legislativos del Senado para su dictaminación y que puedan ser aprobada en breve.
Ignacio Mier destacó que Morena apoyará las reformas para ampliar los derechos de los pueblos indígenas, un sector históricamente en rezago y olvido. Esta reforma modificará el artículo 2 de la Constitución para que puedan ejercer sus derechos sin intermediarios y tomar decisiones en sus asambleas. “El dictamen sobre la reforma indígena se discutirá el 19 de septiembre, mientras que la minuta sobre la Guardia Nacional se espera para el 23 de septiembre”, informó Mier
La reforma a pueblos indígenas busca el reconocimiento constitucional de los pueblos y comunidades indígenas y afromexicanos como sujetos de derechos públicos. Esta reforma pretende establecer una personalidad jurídica y un patrimonio propio para estas comunidades, garantizando su libre autodeterminación. El objetivo es que estas poblaciones puedan ejercer sus derechos de manera autónoma, sin intermediaciones, y tomar decisiones en sus asambleas, las cuales deberán ser respetadas por el gobierno y la sociedad.
En tanto que la de Guardia Nacional plantea integrar esta corporación a la Secretaría de la Defensa Nacional a fin de que pase a control de las Fuerzas Armadas de manera permanente. Con ello se facultará a la presidenta de la República para disponer de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad de manera ordinaria, y concede la posibilidad de aplicar el fuero militar a los miembros de la Guardia Nacional que cometan delitos o violaciones a derechos humanos.
Asimismo, se prevé la eliminación de los últimos elementos civiles de la corporación, como los policías federales.