Los grupos parlamentarios de la Cámara de Diputados analizaron los temas de política interior y exterior, como parte de la revisión del primer informe presidencial de Claudia Sheinbaum; lo hicieron con visiones encontradas entre la mayoría y de oposición.
Como parte de la glosa del informe, los diputados de PRI, PAN y MC coincidieron en que la política interior de Sheinbaum no ha logrado superar fenómenos como el incremento en la inseguridad, la corrupción, además cuestionaron la falta de diálogo entre fuerzas políticas en el país.
El priísta Miguel Alonso Reyes lamentó que, tras el primer año de gobierno, hay un “balance deficitario, por la inseguridad, la desconfianza y la falta de transparencia, características de este gobierno”, además de la “centralización del poder, que lleva a un debilitamiento del federalismo”.
Además, dijo, la eliminación de los organismos autónomos y las “amenazas” al INE “son claros indicios de una tendencia autoritaria”. Todo ello, en un país donde el crimen organizado “controla territorios enormes en medio de la impunidad” y hay un “diálogo nulo” con la oposición.
Por su parte, Lilia Olivares (PAN) apuntó que “la herencia política del ex presidente Andrés Manuel López Obrador” se ha perpetuado y “ha permitido que se prolonguen problemas de inseguridad, corrupción y debilitamiento institucional y democrático”, porque Sheinbaum “no ha querido corregir esta realidad y menos castigar las omisiones de la administración anterior”.
“Política exterior reactiva”, acusa la oposición
Por lo que se refiere a la política exterior, la petista Karina Rojo Pimentel destacó que la preparación y prestigio de Sheinbaum “han posicionado a nuestro país como un referente de estabilidad, crecimiento y soberanía». Hoy la presidenta es reconocida globalmente como una de las líderes más capaces y respetadas, y es inconcebible que la oposición no lo destaque”.
Además, destacó que México “se ha consolidado como el principal socio comercial de Estados Unidos, superando los 500 mil millones de dólares en exportaciones”, pese a las dificultades que entraña el negociar con el presidente de ese país, Donald Trump.
“México es un país soberano, fuerte y se le respeta. No es el patio trasero de nadie. Nuestra economía y diplomacia siguen firmes, y hoy podemos decir que la política exterior de México está íntimamente ligada al bienestar de su pueblo”, dijo.