El director, que de joven se planteó la vocación sacerdotal antes de convertirse en el realizador de películas de gánsteres más famoso del cine, dijo que tras su encuentro con el Papa Francisco meditó la posibilidad de que su siguiente película sea sobre Jesucristo.
(El Papa) pidió en un momento dado en una reunión formas más frescas de pensar sobre lo esencial del cristianismo”, dijo el cineasta de 81 años en una conferencia de prensa. “Quiero hacer algo único y diferente que invite a la reflexión”.
Un proyecto así sería su segunda mirada a los fundamentos del cristianismo tras La última tentación de Cristo, de 1988, que hacía hincapié en la fragilidad humana de Jesús y fue prohibida en algunos países y le valió a Scorsese amenazas de muerte.