El documental `Notas de una vida`, dirigido por Roberto Bolado Muñoz, tiene como búsqueda principal contar la historia de un siglo de jazz en México, uno de los puntos planteados es la búsqueda de una identidad nacional para el género musical.
Con imágenes de video, archivo gráfico y la base del libro de Alain Derbez, El jazz en México: datos para una historia, son elementos en los que se sostiene para reconstruir fragmentos que se salvaron milagrosamente del olvido, una sensación muy palpable, ya que muchos de los entrevistados han abandonado el plano terrenal.
La búsqueda de un jazz con identidad propia, impulsada por la cultura musical de cada país, es un planteamiento que se repite en todos lados, excepto en las naciones identificadas con su creación, como Estados Unidos.
Esa iniciativa tomó diferentes formas: hasta fines de los años sesenta podía significar la reinterpretación de una canción de música tradicional.
Con el paso del tiempo, la misión se trató de reivindicar las raíces musicales en un contexto universal, un puñado de músicos desarrolló el jazz al punto de convertirlo en un vehículo para tomar música de otros tiempos y lugares, para finalmente incorporarla de una forma inequívocamente suya.
Entre los entrevistados está Tino Contreras, referencia ineludible del jazz local, que grabó, giró por todo el mundo y hasta hizo un disco doble y bilingüe con sus clases de batería.
Uno de sus elepés, Música infinita, ofrece respuestas a la pregunta ¿Qué es el jazz mexicano? Toma elementos autóctonos y los suma a una cosmovisión, manteniendo a la vez su estilo característico.
Otro prolífico baterista es entrevistado en el documental, se trata de Leo Acosta, cuyo estilo desbordante de energía a lo Gene Krupa se plasmó en varios discos. Acosta también es reconocido entre los melómanos por su incursión en el por entonces novedoso ritmo de boogaloo.
Entre las reivindicaciones que hace el documental está Olivia Revueltas: escucharla tocar es como estar en presencia de una cantante de las que dejan todo, de esas que cuando finalizan su actuación crean en los presentes la certeza de haber visto una transformación humana.
Se destaca la pianista Ana Ruiz, la historia del grupo Atrás del Cosmos de los años 70 y su continuidad en el género hasta el tiempo presente, además de sus giras con don Cherry.