Seleccionar página

Virginia López fue una intérprete de boleros que ganó reconocimiento por el éxito Te odio y te quiero. Gozó de fama en México en la década de los 50, época de florecimiento del género que, por cierto, ahora es patrimonio inmaterial de la humanidad por la Unesco.

Virginia Rivera García, nombre real de la cantante de ascendencia puertorriqueña, nació en 1928 en Nueva York, misma ciudad donde el pasado 3 de febrero dejó de respirar a los 95 años. La noticia la dio a conocer en México la Asociación Nacional de Intérpretes (ANDI) y el Instituto Bolero México.

“Ha fallecido a los 95 años la ‘Voz de la Ternura’ Virginia López. La cantante de boleros, cuyo nombre real era Dolores Virginia Rivera García. Entre sus éxitos están Te odio y te quiero y Cariñito azucarado. Repose en paz”, se lee en la publicación, que es acompañada por un video de una presentación en televisión de la intérprete neoyorquina.

Desde su debut en la década de 1940, Virginia López se distinguió por su voz única y su capacidad para evocar emociones profundas. Su pasión por la música comenzó cuando se vinculó estrechamente con las orquestas más prominentes de la época, como la de Enrique Jorrín.

Conocida ya como Señorita Sentimiento, López impactó la escena musical al unirse a la Orquesta Anacaona, una agrupación compuesta íntegramente por mujeres, con la que realizó giras internacionales, llevando su talento más allá de las fronteras de Puerto Rico y Cuba. Su vínculo con Jorrín, conocido como el padre del cha-cha-chá, le permitió explorar nuevos ritmos y estilos, enriqueciendo su repertorio.

La intérprete no solo se destacó en los escenarios sino también en la industria discográfica, grabando éxitos que aún resuenan en América Latina. Entre otros de sus temas más emblemáticos se encuentran Total y Ausencia, canciones que se han convertido en clásicos intemporales del bolero.

Además de sus triunfos artísticos, Virginia López dejó un importante legado como una de las primeras mujeres en triunfar en un género dominado tradicionalmente por hombres, abriendo camino a futuras generaciones de artistas femeninas en la música latina.