El poder económico de algunos políticos y empresarios, así como la corrupción de ciertos jueces y magistrados, han allanado en camino a la impunidad de la que gozan aquellos personajes de a vida pública que han saqueado las arcas nacionales o cometido actos criminales que lastiman a la sociedad.
En esa situación se encuentran el ex director de Pemex, Emilio Lozoya Austin y los ex gobernadores de Chihuahua, César Duarte, prófugo de la justicia, de Sonora Eduardo Bours Castello y de Zacatecas Miguel Alonso Reyes, entre otros.
En el caso del ex director de Petróleos Mexicanos, Emilio Lozoya, la semana pasada le giraron orden de aprehensión por la compra de una Planta chatarra de Fertilizantes con un sobreprecio que daño las finanzas de Pemex, pero su poder económico le permitió obtener de una jueza federal la suspensión definitiva de su detención.
Aquí se advierte impunidad aunque la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda le haya congelado sus cuentas bancarias y la Fiscalía General de la República diga que a pesar del congelamiento de la orden de captura, Emilio Lozoya se presentará en tres días hábiles ante el juez que le giró orden de aprehensión para depositar una garantía de 500 mil pesos. Su abogado, Javier Coello Trejo asegura que el ex funcionario no pisará la cárcel.
El pasado lunes, el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Arturo Zaldívar, reconoció que hay corrupción en el Poder Judicial; citó el ejemplo de 85 magistrados y jueces fueron sancionados por actitudes deshonestas y 15 de ellos los destituyeron e inhabilitaron; accedieron al poder del dinero para liberar a peligrosos delincuentes y favorecer con sus resoluciones a algunos empresarios y políticos.
Por ello, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha insistido en que la corrupción e impunidad son un cáncer que ha venido padeciendo el país desde hace muchas décadas, pero advierte que su gobierno acabará con ese lastre: “Haremos que México viva en un verdadero estado de derechos”, dijo.
Agregó López Obrador que la Fiscalía General de la República ya está reactivando expedientes de casos importantes de corrupción que en el gobierno de Peña Nieto fueron metidos a la congeladora, como el asunto de los sobornos de la empresa brasileña Odebrecht, que también involucra al ex director de Pemex, Emilio Lozoya Austin.