La Secretaría General de la Cámara de Diputados, a través del Espacio Cultural San Lázaro, que dirige el maestro Elías Robles Andrade, organizó la mesa de análisis “Perspectivas de la Revolución Mexicana”, en el marco del 114 aniversario del inicio de la lucha armada.
Al dar la bienvenida a los conferencistas y público que se dio cita en la Biblioteca Legislativa, Robles Andrade señaló que una efeméride tan importante como esta no se puede dejar pasar, porque México sigue viviendo finalmente en esta época posrevolucionaria.
Con base en ello, agradeció a los participantes, analistas e investigadores el hacer posible este tipo de conmemoraciones, pues con su gran perfil y experiencia harán de este evento una gran conmemoración de la Revolución mexicana, justo desde diferentes perspectivas.
Las mujeres de la Revolución
Al exponer este tema, la maestra Ana Salinas Alverdi, investigadora del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones Mexicanas, precisó que existen muchas mujeres que contribuyeron al proceso revolucionario en México, no solo como ideólogas, sino varias de ellas tomaron las armas e incluso fueron cuidadoras de las tropas.
Comentó que este proceso revolucionario se puede enfrascar como un aspecto masculino, debido a que las mujeres han sido invisibilizadas históricamente; sin embargo, previo al estallido de la lucha armada en 1910, muchas fungieron como opositoras al régimen de Porfirio Díaz, como Juana Belén Gutiérrez de Mendoza y Dolores Jiménez y Muro, que “agarraron la pluma” y se abocaron no solamente a la denuncia social, sino muchas al periodismo.
Algunas pertenecieron al Partido Liberal Mexicano y fueron compañeras de los hermanos Ricardo, Enrique y Jesús Flores Magón, lo que significa que no solo buscaban incidir en lo político, sino en lo social, pero en realidad no tenían forma de expresar sus derechos y convicciones políticas, porque no eran sujetas de la Constitución y sobre todo de la sociedad.
Desafortunadamente, indicó, hubo muchas mujeres que ocultaron su género para sobrevivir a la lucha armada. Esto no es algo nuevo en las cuestiones bélicas; es algo que podemos entender de ciertas maneras porque muchas veces la forma de castigar a estas mujeres es por medio de la violación sistemática.