Por Felipe Barrera Jaramillo
Ciudad de México.- El director del Instituto Nacional de Migración, Francisco Garduño Yáñez, tuvo miedo de enfrentar a diputados. Llegó muy temprano al Palacio Legislativo, pero advirtió que no le iría nada bien, no solo por su desafortunada crítica a la Policía Federal -la llamó “fifi”- sino por las denuncias de trato inhumano a migrantes centroamericanos en la frontera sur del país.
La violación a los derechos humanos de los indocumentados de Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua se atribuye a los elementos de la Guardia Nacional, de la Policía Federal y de agentes de migración.
Personal del cuerpo de seguridad y de resguardo de la Cámara de Diputados confirmaron que el funcionario arribó antes de las nueve de la mañana y se le veía muy nervioso con su teléfono celular pegado a la oreja derecha y que, una vez al interior del recinto algo comentó con los diputados de Morena que lo “arropaban” y repentinamente su vehículo salió a toda prisa y que solo argumentó “una llamada de emergencia”.
El encuentro con los integrantes de las comisiones unidas de Asuntos Migratorios y de Asuntos de la Frontera Sur estaba programada para las 9 de la mañana de éste jueves y sería una reunión de trabajo con los integrantes de las comisiones unidas de Asuntos Migratorios y Asuntos de la Frontera Sur, para tratar el problema migratorio de las fronteras sur y norte del país.
Los diputados de la oposición se quedaron con las ganas de cuestionar al titular del INM, Francisco Garduño, una vez que les entregara el reporte de los operativos que se realizan en las franjas fronterizas, el retorno de los migrantes a sus lugares de origen y el trato que se brinda en los albergues.