El Instituto Nacional de Migración y la Secretaría de Relaciones Exteriores informaron que uno de los dos cuerpos recuperados ayer en el río Bravo es de nacionalidad hondureña, a partir de la identificación hecha por la madre de la persona fallecida. Desde Piedras Negras, Coahuila, donde permanecía en un albergue, la madre indicó que los tatuajes del cuerpo correspondían a su hijo, de quien mencionó tenía 20 años.
Sin embargo, detallaron que por el estado de descomposición del cuerpo que apareció flotando en las aguas del río Bravo, las autoridades de la fiscalía general del Estado de Coahuila no pueden confirmar su identidad hasta realizar un dictamen pericial de huellas, para cotejarlas con las que proporcione el Consulado de Honduras. En el caso de la segunda persona fallecida, y cuyo cuerpo se ubicó en las boyas, permanece como desconocida, ya que no contaba con algún documento de identificación y tampoco ha sido reclamado.
Al respecto, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que el consulado de México en Texas, investiga lo ocurrido en el Río Bravo donde dos migrantes perdieron la vida producto de las boyas que el gobierno de Texas colocó para evitar el ingreso de indocumentados. Manifestó que la cancillería recopilará todos los elementos sobre los hechos para eventualmente responsabilizar al gobernador de Texas, Greg Abbot, si la muerte del migrante mexicano fue por la colocación de las boyas.