A pocas horas de su entrada en vigor, el presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva que impone aranceles “recíprocos” de entre el 10 y 41% a importaciones procedentes de decenas de países con los que Estados Unidos mantiene déficits comerciales, no incluye a México.
Con ello, Trump busca proteger a su país de amenazas extranjeras a la seguridad y la economía, garantizando relaciones comerciales justas y recíprocas que beneficien a trabajadores, agricultores y fabricantes que fortalezcan la base industrial de defensa de Estados Unidos.
Y es que varios países han ofrecido acuerdos comerciales y de seguridad con Estados Unidos, pero en términos que, según Donald Trump, no abordan suficientemente la emergencia nacional que declaró el 2 de abril, mientras que otros ni siquiera han negociado con su país.
Las nuevas tarifas aduaneras oscilan entre el 10% y el 41%, siendo la más alta para Siria, mientras que la Unión Europea, Japón y Corea del Sur estarán sujetos al 15%.
Washington aumentó un 5%, hasta el 15%, los recargos para Costa Rica, Bolivia y Ecuador y mantiene intactos los previstos en abril para Venezuela (15%) y Nicaragua (18%).
Cabe señalar que EU alcanzó un acuerdo masivo con la Unión Europea, quien acordó comprar 750 mil millones de dólares en energía estadounidense y realizar nuevas inversiones por 600 mil millones de dólares para el 2028, aceptando al mismo tiempo una tasa arancelaria del 15%.
A su vez, Japón acordó invertir 550 mil millones de dólares en EU para reconstruir y expandir las principales industrias estadounidenses, así como para abrir aún más su propio mercado a las exportaciones estadounidenses, todo ello pagando una tasa arancelaria base del 15%.
“Estas inversiones posicionan a Estados Unidos como el principal destino mundial para la innovación, la manufactura y el crecimiento económico”, destacó Trump.