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El jueves será el punto de arranque de una nueva temporada de la National Football League y el fútbol se vuelve a centrar como el espectáculo más seguido en Estados Unidos y con una base cada vez más sólida en México.

El kickoff de 2025 no sólo ofrece un duelo clásico: enfrenta a los actuales campeones, Eagles de Filadelfia, contra sus rivales históricos, los Cowboys de Dallas, en el Lincoln Financial Field.

El calendario quiso que la primera página del nuevo libro se escriba con una de las rivalidades más intensas de la liga. Los Eagles, campeones del Super Bowl en Nueva Orleans el pasado febrero, buscarán iniciar con paso firme una campaña en la que intentan convertirse en la primera dinastía post-Patriots.

Dallas, en cambio, llega con más dudas que certezas tras un receso de temporada en el que perdió piezas clave de su defensiva como Micah Parsons al no llegar a un acuerdo en la renovación.

El partido reúne ingredientes para atraparnos desde el inicio: Jalen Hurts, en su madurez como quarterback franquicia, contra Dak Prescott, que ostenta un récord de 9-4 ante Philadelphia y que ahora tendrá como cómplice a George Pickens junto a CeeDee Lamb.

El contraste es brutal: una ofensiva de Eagles que rara vez se ve limitada frente a una defensiva de Cowboys que ha pasado de la élite a la incertidumbre en cuestión de meses.

El mercado no fue amable con los Cowboys. La salida de Micah Parsons en un intercambio que dejó más preguntas que respuestas, junto con la pérdida de DeMarcus Lawrence, dejó agujeros difíciles de tapar.