La leyenda del Manchester United, Ryan Giggs compareció este lunes ante un tribunal de Mánchester por «violencia conyugal», acusaciones que el exfutbolista rechaza, pero que lo obligaron a dimitir de su puesto como seleccionador de Gales, en los meses previos al Mundial-2022.
El ex internacional galés, de 48 años, que ganó dos Ligas de Campeones con la elástica del Manchester United, entró al juzgado con semblante serio, flanqueado por sus abogados. Este conflicto legal obligó al ex futbolista inglés a dimitir como director técnico en su país.
La audiencia comenzó a las 10H00 GMT. La jueza Hilary Manley indicó que el proceso debería durar al menos dos semanas, aunque se podría prolongar. Giggs se declara inocente de las acusaciones, por las que se enfrenta a una pena de hasta cinco años de cárcel.
Este primer día está consagrado a seleccionar al jurado y al discurso del representante de la acusación, Peter Wright. Este último señaló que se mostrarán imágenes grabadas por las cámaras de seguridad, así como otros vídeos. Giggs fue detenido en noviembre de 2020 después de una discusión violenta con su ex pareja, Kate Greville.
El exjugador está acusado de comportamiento de control durante su relación que comenzó en 2017 y acabó el día que se denunciaron los hechos. Entre sus acusaciones figuran «aislamiento, menosprecio, humillación, acoso, degradación y malos tratos». Giggs, que fue puesto bajo arresto domiciliario, fue inculpado también por agredir a la hermana de su exnovia, Emma Gerville.