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Más de 30 delegaciones de las etnias oaxaqueñas, abrieron hoy las festividades de los Lunes del Cerro para presentar la Guelaguetza 2024, y como indica la tradición, el Jarabe del Valle de la región central de Oaxaca, abrió la pista con las faldas multicolores y fuegos artificiales que acompañaron a las Chinas Oaxaqueñas.

Es la edición 92 de un homenaje racial que comenzó en 1932, rescatando la esencia prehispánica de honrar a la Diosa Centéotl, divinidad agrícola representada este año por Juana García, una mujer mixteca quien habló en nombre de los pueblos originarios y afromexicano de Oaxaca. «Somos gente grande, gente de cultura, gente de tradición, gente que a pesar de nuestra pobreza extrema estamos llenos de cultura y compartimos con todos ustedes la grandeza de nuestro pueblo».

La Guelaguetza siguió con la delegación del Istmo de Tehuantepec, que engalanó la pista con el traje de tehuana conocido mundialmente por su elegancia y distinción. De la sierra Juárez bajó el torito norteño, un divertido baile que mantuvo en vilo a los asistentes cuando las mujeres serranas aventaban a los hombres fuera del escenario. Siguió la región costeña con Pinotepa Nacional, después el jarabe ejuteco y la danza de la flor de piña que hace vibrar al auditorio Guelaguetza con sus más de 11 mil almas.

Detrás de estas coreografías hay meses de preparación y esfuerzo, como lo explica la estudiante de la licenciatura de psicopedagogía Wendy Peralta, quien baila en la delegación de Ejutla de Crespo, «La verdad han sido días arduos de ensayos, la cintura nos duele, de tanto que nos amarran la falda, pero aquí estamos»

Pero otros sacan fuerza para seguir bailando de una tradicional bebida de Oaxaca, explica jubiloso Isaías García de la misma delegación, «Ah nos preparamos con un mezcalito y listos para bailar ahorita y participar y poner en alto el nombre de Ejutla». Y en números la Guelaguetza representa un importante ingreso en una ciudad donde la principal industria es la turística, precisó Saymi Pineda, Secretaria de Turismo de Oaxaca, «Una ocupación hotelera del 81.32 por ciento en esta derrama económica de más de 517 millones de pesos».