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El empresario Alix Didier Fils-Aimé se convirtió este lunes en el nuevo primer ministro de Haití, después de que el consejo presidencial de transición del país caribeño destituye a su predecesor, apenas unos cinco meses después de nombrarlo en el cargo.

Fils-Aimé, de 52 años, fue investido en una ceremonia celebrada en Puerto Príncipe en sustitución de Garry Conille, que se enfrentó durante semanas al consejo por el control del gobierno.

El órgano presidencial de nueve miembros -formado en abril mediante un acuerdo entre partidos políticos y la sociedad civil- tomó las riendas del país tras la dimisión del impopular primer ministro Ariel Henry en plena crisis de seguridad.

Al asumir el liderazgo, se comprometió a frenar la violencia de las pandillas que azotan Haití, a conducir el país hacía sus primeras elecciones desde 2016 y a nombrar a un primer ministro al frente de un gobierno interino.

Conille intentó evitar su destitución alegando que el consejo presidencial no tenía potestad para destituirlo y que sólo lo podía hacer un Parlamento, un órgano legislativo del que carece el país.

El cambio de primer ministro abre un nuevo periodo de incertidumbre en la nación caribeña, que no ha tenido ningún dirigente electo desde el asesinato de Jovenel Moise en 2021, y que lleva décadas sufriendo la violencia pandillera, la pobreza y la inestabilidad política.  

La decisión de destituir a Conille, un médico de 58 años que ya había sido primer ministro durante seis meses entre 2011 y 2012, llegó tras semanas de conflicto entre el dirigente y el consejo de transición.

El órgano deseaba cambiar los titulares de los ministerios de Justicia, Finanzas, Defensa y Salud, una decisión rechazada por el primer ministro, según el diario estadounidense Miami Herald. 

Conille echó leña al fuego esta semana al enviar una carta al consejo para pedir la dimisión de tres de sus miembros implicados en un escándalo de corrupción.

Mientras los dirigentes haitianos se disputaban el poder, las pandillas han seguido amenazando al estado y a la población.

Varios de esos grupos armados, que controlan el 85% de la zona metropolitana de Puerto Príncipe y las principales carreteras del país, se aliaron en febrero para derrocar al gobierno de Henry con una serie de ataques contra infraestructuras claves como el aeropuerto internacional, comisarías y cárceles.

Este lunes, la aerolínea estadounidense Spirit Airlines informó que uno de sus aviones que se dirigía a la capital haitiana recibió disparos cuando aterriza y tuvo que ser desviado a la vecina República Dominicana.