El beisbol mexicano ha cambiado tanto en un siglo. Es como si los hombres que se barrían en los senderos, los que subían al montículo y pegaban con el bate fueran distintos, no sólo porque su aspecto era coherente con su era, con esos uniformes que parecían pijamas, sino porque parecían moldeados con otra materia.
Eso pensaba hace unos días Alfredo Zurdo Ortiz a propósito del centenario que cumplió la Liga Mexicana de Beisbol este 24 de febrero y que anoche festejó a lo grande en el parque de diversiones Aztlán en la tercera sección de Chapultepec.
La imagen del Alfredo Zurdo Ortiz es una de la serie de retratos en fila que reciben a los invitados al parque Aztlán. Ahí está también la foto del primera base Héctor Espino, el Supermán de Chihuahua, toletero endemoniado que pegó 453 cuadrangulares en 24 campañas en la LMB.
Enseguida luce un estupendo bigote la imagen de Nelson Barrea, El Almirante, quien ostenta la marca de más jonrones de la liga con 455 y también el liderato de carreras producidas (mil 928) y segundo en imparables (2 mil 937). Efectivamente, parecen hombres de otra arcilla y pertenecientes a una época que evoca emociones, pasión e historia.
Llegaron invitados especiales, Rommel Pacheco, director de Conade, y en representación de la presidenta Claudia Sheinbaum, dijo el presidente de la LMB, Horacio de la Vega.
Estuvieron la presidenta del Comité Olímpico Mexicano, Marijose Alcalá; el presidente de la Federación Mexicana de Beisbol, Enrique Mayorga, y desde luego, peloteros de nuestro país que destacaron en Grandes Ligas como Vinny Castilla.
De la Vega celebró con los dueños de los equipos que integran la liga, cuyo crecimiento en audiencia e ingresos es indiscutible. La temporada 2024 convocó a 4.6 millones de aficionados, algo que la convierte en un campeonato atractivo para los patrocinadores y más de cuatro millones de espectadores vieron la Serie del Rey.