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Lleno de recuerdos de Juan Gabriel, y del mismo Alberto Aguilera, su nombre original, está el museo dedicado a este querido cantautor, que siempre dijo ser juarense, ha sido visitado por alrededor de 24 mil personas, más de 50 por ciento extranjeros.

Como punto de atracción central, en un nicho de cristal protegido hasta con alarma, se encuentran las cenizas de El divo de Juárez, sitio que aparte de ser un ícono cultural en la ciudad, está rodeado de una plaza con su nombre, restaurantes y venta de artesanías con su figura.

El museo abrió sus puertas en agosto de 2024, en el aniversario de su muerte, y está en la colonia Partido Romero que hace décadas cuando se construyó la residencia con jardines que ocupa una cuadra.

Los turistas encuentran al lado izquierdo de la entrada un sótano con objetos personales, manuscritos y escenarios que marcaron su carrera, premios, trajes. En la visita está prohibido a turistas y periodistas usar cámaras. El recorrido es en grupos de 20 personas máximo.

En la primera parte del museo se ve la obra de Juan Gabriel, todo lo relacionado con sus actividades, premios, trajes, material audiovisual que relatan la historia artística y personal del cantautor. También se ven vestuarios icónicos, partituras, instrumentos y fotografías inéditas.

Al entrar a la casa convertida en museo está lo que fue la sala principal, aquí se halla la personalidad de Alberto Aguilera transformado en Juan Gabriel, donde se encuentra resguardada la urna con sus cenizas, instalada en un altar sobrio donde se pide guardar silencio.

A lo largo del museo, como en su oficina, se destacan también sus facetas como compositor, productor y filántropo y en ese lugar tiene fotos originales con diversos artistas, unos muertos y otros vivos.