Los niños de polvo, todos grises, víctimas de diferentes guerras, vistos desde hace tiempo en las redes sociales, motivaron al joven dramaturgo Zaid Rolva a escribir, precisamente, Niños polvo, que ofrecerá nueva temporada a partir del 7 de julio en el teatro Varsovia.
El también director de la puesta en escena señala que hace falta hablar de cómo los menores pueden sobrellevar un conflicto bélico, aunque no sólo los actuales, también los pasados como las dos guerras mundiales, sin olvidar la situación actual del sector infantil en México. Por ejemplo, la lucha que cada uno puede padecer, incluidas las guerras personales y nuestro niño interior
.
En la puesta, Rolva interpreta a Samir, hermano mayor de Orión, de siete años, cuyo cariño, fraternidad, humanidad y complicidad los lleva a prometer que prevalecerán siempre juntos y protegerse uno a otro
. El estallido de una bomba los separa, entonces a partir de allí Orión dedicará todo su esfuerzo a rencontrarse con su hermano desaparecido, quien siempre le creó un mundo imaginario de lugares fantásticos para que pudiera escapar de su fuerte realidad.
Importante, soñar
No escapan en el sentido estricto de la palabra, porque los niños son conscientes de lo que pasa en nuestra actualidad, más bien, a distraerse un poco y seguir soñando, incluso dentro de tal situación
, apuntó Rolva en conferencia de prensa. Así es como Orión, al pasar por un portal mágico, entra al mundo de niños polvos, donde conoce a varios personajes que serán cruciales para encontrarse con Samir.
Entre ellos, está el niño recolector
, quien estuvo en un campo de concentración, y ayudará a Orión a pasar las pruebas para reunirse con su hermano. Luego está la princesa de porcelana
, quien en vida se llamó Siria, fue muerta en la Primera Guerra Mundial y mostrará a Orión las pruebas que debe superar. El libro parlante es un personaje egocéntrico, aunque divertido, quien da un poco de luz y simpatía a la historia
, señala Rolva.
Al mismo tiempo, Orión se encontrará con caracteres antagónicos
, como Mamá Cuervo, que representa la ambición que tenemos como seres humanos
, y el Hombre Cucaracha, que personifica el odio o ese rencor que se tiene y que seguramente se debe de perdonar en algún momento en lo personal
.