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El actor mexicano Juan Carlos Barreto asegura estar consciente de que la labor que realizan los actores de teatro, cine y televisión nunca será una actividad fácil, sin embargo, dice que esas complejidades tienen que asumirla con total entrega.

Barreto, quien protagonizará, junto con Roberto Beck, la obra Mirando al Sol, de Cristian Magaloni, en el Teatro La Capilla, también participa en la telenovela La herencia y forma parte del elenco del remake de La madrastra, que produce Carmen Armendáriz, en el cual estará Aracely Arámbula.

El actor comentó a La Jornada que el teatro, la televisión y el cine, aunque son formatos diferentes, implican retos y grandes satisfacciones. “He sufrido tanto con este personaje de la obra, como con Modesto Pérez (en La herencia), pues, aunque son distintos, el actor es el mismo y sus emociones también”.

Puntualizó: “No desprecio ninguno de los tres formatos y los respeto muchísimo; es cierto que hay personajes más divertidos y otros más complicados”. Sin embargo, lo único que no le interesa hacer a Barreto “son las narconovelas, en lo personal, no me gustan porque son una apología del crimen. Nunca he hecho una y no creo hacerla”.

Mientras tanto, el actor se encuentra entusiasmado con su papel en la puesta en escena, que tiene como eje el respeto a la muerte y al derecho a decidir. En Mirando al Sol se explora la manera en que dos hombres enfrentan una dura realidad.

La historia “trata sobre la relación fracturada de un padre con su hijo, debido a un suceso del pasado y llevan cinco años sin verse, pero se ponen de acuerdo para encontrarse, momento en el que se desarrolla la obra, porque el hombre mayor padece cáncer de cerebro y ha decidido suicidarse”, explicó Juan Carlos Barreto.

Ambos deben afrontar lo sucedido años atrás: el hijo manejaba cuando se produjo un accidente en el que murió su hermana. “Nunca hablaron al respecto; cada uno se fue por su lado, incluso la madre; trataron de hacer su vida como pudieron”.

Cuando se reencuentran “comienzan hablar de las cosas que sucedieron, las cuales se quedaron sin aclarar de esa relación rota, pero la obra, aunque trata de un tema oscuro, es muy luminosa, con una gran esperanza”. Sostuvo: “La muerte es un tema del que no queremos saber, porque nos preparan para vivir, no para morir y menos a fin de tomar una decisión ante una circunstancia límite”.