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El presidente López Obrador manifestó que, a pesar de las presiones de empresarios de Estados Unidos y Canadá, su gobierno no importarà maíz transgénico para consumo humano, porque sería tanto como poner en riesgo la salud de los mexicanos con tortillas elaboradas con transgénicos, solo se aceptaría ese tipo de maíz para forraje.

Explicó que, además de cuidar las 60 especies nativas originarias de México, no se puede avalar algún producto que pueda ser dañino para la salud de los mexicanos. No hay ahora ningún interés particular, de grupo, económico, que pueda estar por encima del interés general, y en este caso es la salud del pueblo”, agregó.

Ofreció que los gobiernos de México y de Estados Unidos, por medio de sus secretarías de salud, realicen estudios suficientes para determinar las posibles consecuencias del uso de este tipo de maíz genéticamente modificado, y el cual requiere para su timbra el uso de químicos con glifosato.

Tras la reacción del gobierno estadunidense, por medio de su secretario de Agricultura, Tom Vilsack, quien dijo que el país vecino está “decepcionado” y se analizará con detalle el decreto emitido por el gobierno mexicano que prohíbe el uso de maíz transgénico para consumo humano, el presidente López Obrador subrayó que “no hay ruptura, es fijar nada más con claridad el que no se admite el transgénico para alimento humano”.