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La presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Norma Piña Hernández, llamó al presidente Andrés Manuel López Obrador y a la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo, al diálogo para construir una propuesta de reforma al PJF distinta, pues afirmó que si se aprueba la actual iniciativa habrá “retrocesos” en derechos humanos y México entraría «en incertidumbre”.

“La realidad es que la reforma no aborda el problema de raíz. Por eso, quiero aprovechar esta oportunidad para invitar, tanto al presidente López Obrador, como a la virtual presidenta, la doctora Claudia Sheinbaum, a sumarse a este diálogo plural, y a que nos abran la puerta para que podamos compartirles los hallazgos de este Encuentro Nacional y analizar así, cómo afecta la reforma no sólo el futuro de la justicia, sino de todo nuestro país”, dijo desde el Centro Cultural Universitario Tlatelolco.

Piña encabezó el último de los 14 foros del Encuentro Nacional para una Agenda de Seguridad y Justicia convocado por el PJF, que convocó a más de 3 mil 500 personas servidores públicos, sociedad civil, de la academia e iniciativa privada en los últimos cinco meses.

“Ante la coyuntura nacional debemos preguntarnos: En qué hemos fallado, para que, a lo largo de este recorrido nacional, donde han participado más de 3 mil 500 personas de perfiles plurales, incluso antagónicos, escuchamos de todos ellos una y otra vez: “que la justicia es distante, que la justicia es inhumana, que la justicia es una pesadilla”, señaló.

Acompañada de sólo cuatro de sus 10 compañeros, de Alberto Pérez Dayán, Juan Luis González Alcántara Carrancá, Loretta Ortiz y Javier Laynez Pontisek, la titular del PJF reconoció que “se necesita una reforma”, y que la misma tiene que incluir cambios a la Judicatura Federal, pero enfatizó que para que realmente se ofrezcan soluciones a las principales necesidades de la sociedad en materia de justicia la iniciativa debe basarse en un diagnóstico real. Para ello, dijo, servirán las conclusiones de las foros.

“Lo peor que podríamos hacer es acelerar un diagnóstico, o bien, hacer pensar que la solución está en remover a quienes estamos enfrentando este reto como parte de un sistema, pero no es el sistema en su conjunto.

“No podemos caer en la salida fácil. No podemos empezar de cero. El contexto tan complejo que vive nuestro país no permite la improvisación. Ello no beneficiará a los justiciables, al contrario, supone un retroceso en la protección de los derechos humanos de las personas, poniendo en riesgo la continuidad de la impartición de justicia en nuestro país”, señaló.

De acuerdo con la ministra, si la Reforma Judicial se aprueba en sus términos «ya no llegará la persona más capacitada al puesto. No llegará la persona que pasó años estudiando, preparándose para opositar, sino la más popular, la que supo relacionarse bien con los ‘grupos de poder’ que, irónicamente, es uno de los argumentos de esta reforma, es decir, se provocará lo que intenta erradicar. La realidad es que la reforma no aborda el problema de raíz”.

Las conclusiones de los foros, que recopilan más de 4 mil 500 problemas expresados en las mesas temáticas, serán procesados para que la Corte construya una propuesta de reforma alterna. También, serán entregadas a legisladores y representantes del Gobierno Federal.