El temor de un aumento del precio del dinero más prolongado al previsto en Estados Unidos dejó fuertes caídas en los mercados cambiarios y accionarios este lunes.
Tras el reporte del empleo estadounidense, mejor de lo esperado por los agentes económicos el pasado viernes, el PMI del sector servicios dio la señal de que la economía de ese país sigue funcionando a buen ritmo. Esto, a su vez, da más margen a la Reserva Federal (Fed) para endurecer su política monetaria, a través de tasas de interés más elevadas, sin que ello traiga consigo una recesión económica.
Ante este escenario, el peso mexicano sufrió una importante depreciación frente a la divisa estadounidense, de 1.58 por ciento, equivalente a 30.59 centavos, para cerrar en 19.7255 unidades por dólar spot, luego de que la semana pasada alcanzó niveles de 19.04 por dólar.
El peso mexicano se depreció el viernes, pues resintió la reacción negativa del informe de empleo dado a conocer ese día, pues mostraron una solidez del mercado laboral estadunidense, lo que complica la tarea de la Fed para controlar la inflación y tenga que dejar para otro momento la suavidad del incremento del costo el crédito. La moneda mexicana perdió en las últimas dos sesiones 2.92 por ciento, equivalente a 56 centavos, de acuerdo con datos del Banco de México.
El dólar se fortaleció a nivel internacional, de ahí que el índice del dólar, el DXY, que mide el comportamiento de la divisa estadounidense frente a una canasta de seis monedas internacionales se apreció 0.72 por ciento, a 105.248 unidades.
Los precios del petróleo cayeron más de 3.0 por ciento, con el Brent registrando su cierre más bajo desde enero.
El crudo West Texas Intermediate para entrega en enero disminuyó 3.80 por ciento, para ubicarse en 76.93 dólares el barril. Por su parte, el contrato de febrero del Brent perdió 3.40 por ciento para ubicarse en 82.62 dólares el barril, su cierre más bajo desde el 10 de enero.