Seleccionar página

La diputada Guadalupe Vázquez Romero (PT) impulsa una iniciativa para agregar la materia del “derecho humano al agua, su urgente cuidado y valoración indispensable” en los contenidos de los planes y programas de estudio de la educación que impartan el Estado, sus organismos descentralizados y los particulares, de acuerdo al tipo y nivel escolar.

La adición de una fracción XXV al artículo 30 de la Ley General de Educación, turnada a la Comisión de Educación para su estudio y dictamen, considera esencial la enseñanza sobre el cuidado del vital líquido, donde las escuelas desempeñan un papel fundamental para la transmisión del conocimiento a las generaciones futuras. 

Argumenta que instruir sobre el cuidado del agua en los planteles permitirá cultivar una sociedad más consciente, responsable y sostenible, pues al otorgar a niñas y niños conocimientos y habilidades para comprender, valorar y conservar el vital líquido, se promueve su uso más eficiente, beneficia al medio ambiente y contribuye al bienestar económico y la salud de la sociedad.

Además, educar desde una edad temprana en esta materia fomentará una cultura de responsabilidad ambiental y sostenibilidad, debido a la receptividad al aprendizaje de la niñez y a que pueden internalizar hábitos de uso responsable y adoptar prácticas que minimicen el desperdicio y contaminación.

Destaca el impacto directo que ello tendría en la conservación de los recursos hídricos locales y globales, ya que las y los estudiantes son agentes de cambio y pueden influir en el comportamiento de sus familias y amigos; al llevar conocimientos sobre la importancia de reparar fugas, reducir el consumo y utilizar prácticas de irrigación eficientes, contribuirían a conservar el agua en sus hogares y comunidades.

La legisladora advierte que la escasez del recurso hídrico puede generar desde el aumento de los costos por el suministro, hasta la pérdida de ingresos en sectores dependientes del agua, como la agricultura y el turismo, por lo que la materia sobre su cuidado tendrá beneficios económicos a largo plazo para la sociedad.

“Al cultivar una generación de niñas y niños conscientes del valor del agua y las repercusiones económicas de su mal uso, se puede promover una gestión más eficiente y sostenible de este recurso, lo que a su vez puede generar ahorros significativos para la sociedad en su conjunto”.