El presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció ayer que en materia de seguridad pública una de las principales asignaturas pendientes de su gobierno es reducir la incidencia del delito de extorsión el cual se ha expandido en todo el territorio mexicano, afectando principalmente a comerciantes establecidos y ambulantes, así como a pequeños y medianos productores de todas las regiones.
Sin embargo, desviando la atención sobre el crecimiento del delito de extorsión, el presidente López Obrador dijo que las instancias encargadas en garantizar la seguridad pública han tenido importantes avances en otros delitos, citando como ejemplo el caso del secuestro, el cual ha descendido en un 70 por ciento de 2018 a la fecha.
Durante su conferencia matutina desde Palacio Nacional, López Obrador dijo que es necesario reforzar las acciones en cuanto a la extorsión para evitar que la gente se vea obligada a pagar cuotas, que es un delito que afecta muchos a la gente, lo peor, dijo, que por las extorsiones se sigan presentando desplazamientos forzosos.