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Luego de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación ordenó a todas las instituciones públicas de salud practicar el aborto a menores de edad cuando el embarazo haya sido producto de una violación, la iglesia católica consideró que esa media fomenta la impunidad y revictimiza a la mujer, sobre todo porque el aborto se practicaría incluso sin el consentimiento de los padres de la víctima.

A través del semanario Desde la Fe, la iglesia católica señala que la práctica del aborto a menores de edad, aún sin el consentimiento de sus padres, es una clara violación a la patria potestad, además de que facilita el aborto sin necesidad de que la persona que lo solicita presente denuncia penal contra su agresor sexual, y el agresor ser incluso quien lleve a la niña a abortar.

Agregó que la ley General de salud señala que los menores de edad no pueden estar solos, algo que la mayoría de los ministros decidió pasar por alto y además inválido el artículo primero de la Constitución de Nuevo León que protegen la vida humana desde el momento de la concepción, “lo que implica un nuevo retroceso en materia de derechos humanos”.

Añadió que la mayoría de los ministros de la Suprema Corte actuaron con una mirada miope, una mirada desenfocada que no alcanza ver toda la problemática que implica dar mensajes erróneos a una población que sufre por la violencia y que la Corte cree que garantizar el aborto a una víctima es lo máximo que se espera para tener una vida digna y libre de violencia”.

Dijo que “con la finalidad de seguir imponiendo el aborto como una solución social, los ministros deciden retirar la protección a la vida humana de nuestras leyes máximas, de nuestra Constitución. A nosotros, como pueblo católico, nos toca acoger a cada mujer en situación vulnerable o de violencia, evitar esas situaciones proclamando el evangelio”.