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Después de siete meses de la medida cautelar de prisión domiciliaria que le concedió un juzgado penal, el ex gobernador de Puebla, Mario Marín Torres, ingresó ayer al penal El Altiplano. La FGR dijo que este hecho es trascendental no solo por el delito de tortura en contra de la periodista Lydia Cacho, sino por tratarse también de una agresión a la libertad de expresión.

Lo anterior, debido a que el Tribunal Colegiado de Apelación del Vigésimo Séptimo Circuito,  revocó la medida de prisión domiciliaria que le había otorgado una jueza federal, en agosto pasado, ya que los magistrados consideraron que existe un “riesgo de fuga y la gravedad de los hechos imputados” cometidos por el exmandatario estatal, conocido como “góber precioso”.