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Madrid. La artista Rosalía canta en 14 idiomas en su nuevo disco, Lux, que se publicará finalmente este viernes. Se trata de un trabajo que llega después de tres años para explorar sus inquietudes y relación con la espiritualidad y Dios, además de proponer una nueva mujer que no pierde su “libertad” ni por un amor ni por deseos terrenales, aunque se presenta humana.

Acompañada en todo momento de música de orquesta, detrás está la Sinfónica de Londres, Rosalía se aleja de Motomami y canta en español, en catalán, en inglés, en latín,en japonés, en italiano, en alemán, en ucranio, en árabe, en siciliano, en francés, en mandarín, en hebreo y en portugués.

Producido en su mayor parte por la propia Rosalía, el disco arranca con Sexo, violencia y llantas, una de las pocas canciones que tienen algo de sonido electrónico. Aunque comienza con un íntimo piano, va escalando hasta un sonido más violento. En ésta va presentando lo que será el resto del trabajo y enfrenta el mundo carnal, de placeres materiales, con el espiritual, el de las “palomas”.

Le sigue Reliquia, que la artista publicó en Spotify y luego eliminó el martes pasado. En esta canción, Rosalía se vale de unos violines ligeros para recorrer ciudades del mundo y cantar lo que en cada una ha vivido. Explica que ha perdido su tiempo en Los Ángeles y tuvo un “mal momento” en Berlín, que ha vivido un “mal amor” en Madrid y admite que su corazón nunca ha sido suyo porque “siempre” lo da.

El primer idioma que se escucha tras el español es el catalán nativo de la cantante en Divinize y lo une al inglés. Mientras, en Porcelana, junto con un artista masculino que la discográfica aún no ha revelado, la cantante recita en latín para describirse como “luz” y en japonés para relacionarse con el caos. Suenan palmas, violines y piano, junto con el coro, mientras el artista pregunta al oyente si tiene miedo.