Rusia lanzó su mayor ataque aéreo de la guerra durante la noche, que provocó un incendio en el principal edificio gubernamental en el centro de Kiev en un hecho que dejó al menos cuatro muertos, entre ellos un bebé, informaron este domingo las autoridades ucranianas.
El presidente Volodymir Zelensky dijo que el ataque con drones y misiles mató a cuatro personas y causó daños en el norte, sur y este del país, incluidas las ciudades de Zaporiyia, Krivói Rog y Odesa, así como en las regiones de Sumy y Chérnigov.
«Tales matanzas ahora, cuando la diplomacia real podría haber comenzado hace tiempo, son un crimen deliberado y una prolongación de la guerra», dijo Zelensky en una publicación en X, al exhortar de nuevo a sus aliados de Occidente para que refuercen las defensas aéreas ucranias.
Justo después del amanecer se podía ver un espeso humo que se elevaba hacia el cielo desde el último piso en llamas del principal edificio gubernamental, situado en el histórico distrito de Pecherskyi, dijeron testigos de Reuters.
En otras partes de Kiev, apartamentos residenciales fueron alcanzados y dañados, y decenas de residentes envueltos en mantas se reunieron en las calles para inspeccionar los daños en sus hogares mientras los equipos de rescate trataban de extinguir las llamas.
El ataque subrayó el creciente pesimismo en Ucrania y entre los aliados de que la guerra pueda terminar pronto, con el presidente ruso Vladimir Putin resistiéndose a los llamamientos a un alto el fuego y envalentonado por el fortalecimiento de las relaciones con China.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha expresado su creciente frustración con Moscú desde que se reunió con Putin el mes pasado, pero hasta ahora se ha resistido a imponer sanciones más duras a Rusia.