El Departamento del Tesoro de Estados Unidos sancionó a tres ciudadanos mexicanos y dos empresas, relacionadas con el Cártel Jalisco Nueva Generación, debido a que operan una red de robo de combustibles para financiar las actividades ilícitas del grupo criminal.
Manifestó que César Morfín, alias el Primito, junto con sus hermanos, encabezan una célula del CJNG que se dedica al huachicoleo y al contrabando de petróleo, “lo que ha resultado en miles de millones de dólares en pérdidas de ingresos para el gobierno mexicano”.
El CJNG, que ahora es catalogado como una organización terrorista extranjera, trafica fentanilo y otras drogas a EU, también ha recurrido al robo de energéticos, actividad ilícita que se ha convertido “en poderosas fuentes de ingresos”, lo que facilita sus campañas de narcotráfico.
El Departamento del Tesoro destacó que el “huachicol es actualmente la principal fuente de ingresos no relacionados con el narcotráfico para los cárteles mexicanos y otros actores ilícitos”.
Detalló que los huachicoleros utilizan diversos métodos para hurtar gasolinas a Pemex. Entre ellos, dijo, están los sobornos a empleados de la empresa pública, perforaciones ilegales en ductos, robos en refinerías, secuestro de camiones cisterna y amenazas a empleados de Pemex.
El combustible robado se vende en el mercado negro en México, EU y Centroamérica, mientras que el crudo robado se introduce de contrabando a través de intermediarios mexicanos cómplices y, a menudo, se etiqueta erróneamente como “aceite usado” u otro material peligroso para evitar el escrutinio y evadir impuestos.
El petróleo crudo robado se entrega a importadores estadunidenses cómplices de la industria del petróleo y el gas natural que operan cerca de la frontera suroeste del país vecino del norte, quienes lo venden con un gran descuento en los mercados energéticos de Estados Unidos y del mundo antes de repatriar las importantes ganancias ilícitas a los cárteles en México.